Un paso más a fin de garantizar el buen funcionamiento de los dos biohuertos educativos de este pujante centro escolar cusqueño.
A la preparación del suelo de las parcelas de los biohuertos educativos de los niveles Primaria y Secundaria de la Institución Educativa Justo Barrionuevo Alvarez del distrito de Oropesa, provincia Quispicanchi, región Cusco, le siguió pocos días después la colocación de la malla antiáfida.
La labor, orientada a evitar el ingreso de los principales causantes de importantes enfermedades virales en diversos cultivos, tales comolos insectos vectores, trips, áfidos y mosca blanca, entre otros, estuvo a cargo del señor Honorato Huahuasoncco, padre de familia y carpintero de oficio.
Como se puede ver, los biohuertos educativos, a pesar de los obstáculos que han surgido debido a la pandemia del Covid-19, están siendo puestos a punto para que, manejados agroecológicamente, puedan arrojar cosechas de hortalizas y aromáticas en esta coyuntura signada por la premura económica y por el estrés social.
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