Luego de dos años de pandemia de la Covid-19, de receso de los espacios escolares, el biohuerto de la IE cobra vida…
Poco más de dos años han pasado desde que a mediados de marzo de 2020 la pandemia de la Covid-19 comenzó. El confinamiento fue la primera medida decretada por doquier, Perú no fue la excepción. Los espacios escolares entraron en receso. Y con ellos también los biohuertos que habían visto la luz gracias al empuje de la comunidad educativa y el apoyo de Econtinuidad.
Los dos años de receso de los espacios escolares se dejaron sentir en el biohuerto. A medida que avanzaban las semanas y los meses, el verde de la vida cedió su lugar a un terreno que, de no ser por las piedras que delimitaban el espacio de las parcelas, quizá más de uno, que antes no se hubiera dado cita al lugar, no podría imaginar que ahí había visto la luz un espacio «consagrado a la naturaleza».
Con el final del periodo de receso de los espacios escolares, los docentes de este centro escolar tomaron la decisión de relanzar el biohuerto. «Estamos decididos, lograremos que nuestro biohuerto retome el camino por donde avanzaba antes de la pandemia, primero limpiaremos el lugar y luego lo embelleceremos», nos hizo saber la profesora Iris Toledo, una entusiasta maestra de esta intitución ubicada a unos pasos del límite entre los distritos de Comas y Carabayllo, en el norte de Lima.
Y con el paso de los días, el trabajo del profesor Félix de la Rosa, Iris Toledo, Folrencia Córdova y otros maestros más se dejó ver. Lo primero que tenían que hacer se hizo. Se llevó a cabo una limpieza total del biohuerto. «Varias faenas han sido necesarias para limpiar y embellecer este espacio, los primeros frutos comienzan a notarse, amigos de Econtinuidad, y esto solo es el inicio para que el biohuerto recobre completamente vida», nos hizo saber por su parte la profesora Florencia Córdova.
Así luce el espacio asignado al biohuerto educativo. No solo los muros han sido pintados, también las piedras que marcan el límites entre los bancales y los caminos entres estos. Las vías por las que maestros, alumnos, padres y madres de familia y los miembros del personal administrativo y de servicio se desplazará interactuando con esta «naturaleza en miniatura», forjando así una relación armoniosa con la naturaleza.
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