« El hallazgo casual de una especie silvestre de tarwi, que se produjo hace tres años, me vino a la memoria al leer el artículo de Econtinuidad «En homenaje a las legumbres» », nos dice el profesor Lizardo Achire Ccama, del área de Ciencia y Tecnología (Secundaria).
En el Colegio José Carlos Mariategui, localizado en la Comunidad Campesina de Mahuaypampa, del distrito de Chinchero, en las alturas de Cusco, a 3750 metros sobre el nivel del mar, los alumnos de segundo, tercero y cuarto grado de secundaria, hace tres años, recuperaron variedades de silvestres de legumbres propias de la zona.
Entonces, mis alumnos recuperaron una variedad de semillas del tarwi o el llamado cariñosamente “chocho andino”, la del allqa tarwi. Bajo mi supervisión, ayudados por un “Descriptor de especies del tarwi”, muy entusiasmados identificaron una de las especies silvestres de esta legumbre andina. Un hallazgo que se produjo por pura casualidad, en una de las de la chacra de la comunidad, para algarabía de todos los que participabamos en esa visita guiada al campo.
La especie de tarwi crecía aislada en una de las esquinas de la parcela y era, hasta el momento en el que por azar dimos con ella, considerada como mala hierba. Es decir, un arbusto que no merecía otro destino que el de ser podado porque perjudicaba el crecimiento de los otros cultivos.
Gracias a ese hallazgo, nace el interés por esta especie silvestre, una de las ochenta y tres especies silvestres de tarwi que crece en estas alturas de la geografía peruana. De tamaño mediano -entre 20 cm y 25 cm-, “el chocho andino” crece bajo condiciones adversas y escoge, sobre todo, los alrededores de las parcelas de maíz y papá para desarrollarse.
El hallazgo de hace tres años permitió que mis alumnos tomarán conciencia de la importancia de las especies silvestres para potenciar las defensas de las nuevas especies, obtenidas gracias a la hibridación, a la hora de enfrentarse a las enfermedades y hacer frente al frío de las noches de helada, donde la temperatura baja hasta los 10 grados centígrados bajo cero.
Ayer jueves, 10 de febrero, en el Día Mundial de las Legumbres, gracias al artículo publicado por la ONG Econtinuidad, “En homenaje a las legumbres”, recordé aquel día de 2019, en el que la madre tierra, nuestra Pachamama, premio nuestra curiosidad, nuestro deseo de entenderla. Hoy las semillas que recuperamos de aquel tarwi que generosamente se mostró a nosotros han hecho su propio camino.
Las semillas de este allqa tarwi o allqo tarwi, como también se le conoce, para nuestra satisfacción, germinaron. Y aunque no llegamos a tener éxito con este tarwi en espacios creados por el ser humano, como las macetas o un invernadero o una parcela agrícola o chacra, pues las plantas de tarwi no se desarrollaron plenamente, aprendimos muchísimo sobre el desarrollo de este tipo de especies silvestres. Necesitan un hábitat propio, todo lo que podemos hacer por esta especie de tarwi es potenciar su crecimiento añadiendo abono natural, ya sea de vaca o de oveja. ¡Una gran experiencia!
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diciembre, 2023
septiembre, 2022