Hojas de acelga, espinacas, rabanitos y también de apio fueron cosechadas en este espacio consagrado a la naturaleza de esta institución educativa localizadaa en el distrito de Comas, en el norte de Lima.
El tiempo de otra cosecha para las acelgas, espinacas y el apio llegó en el biohuerto educativo de este centro escolar ubicado en el pujante distrito de Comas, casi en el límite con el distrito de Carabayllo, en el norte de la ciudad de Líma en el curso del mes de noviembre del año escolar 2022.
Niñas y niños de nivel primaria, acompañados por sus maestras, se dieron cita a este espacio en favor de la vida a fin de ser recompensados por haberse ocupado de él durante las semanas, meses que precedieron al día de la tan esperada cosecha.
Atrás, muy atrás, iban quedando los meses, los dos años y medio en los que la pandemia de la Covid-19 obligó a los alumnos, padres de familia, maestros y autoridades a alejarse de este espacio que depara un sinnúmero de satisfaciones a quienes se ocupan de él.
La alegría signo la participación de todos los que participaron en la cosecha, guiados por sus maestros en esta actividad de aprendizaje que luego sería coronada con la preparación de unas tortillas de acelga que todos los participantes compartirían.
«Saber que el biohuerto de la Institución Educativa República de Cuba ha sido generoso con quienes se han ocupado de él es una muy buena noticia», dice Fidela Huanacune, responsable del área de creación y manejo del biohuerto educativo en el seno de Econtinuidad.
«No solo eso, pues a medida que el biohuerto iba cobrando vida, esta naturaleza en miniatura, como le llamamos en Econtinuidad, fue utilizada como recurso ecopedagógico por los maestros de esta escuela del norte de Lima», añadió.
El biohuerto de la Institución Educativa República de Cuba se revela en esta forma en un poderoso recurso a favor del enriquecimiento de la educación que se imparte en este centro educativo limeño.
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