La cosecha de acelgas en el Biohuerto Educativo de la Institución Educativa Santa Luzmila

La acelga se con virtió en la hortaliza reina en el BIohuerto EDucativo de este plantel de nivel inicial ubicado en el distrito de Comas.

La mañana del viernes 13 de septiembre la acelga fue la reina de las hortalizas en el Biohuerto Educativo de la Institución Educativa Inicial Santa Luzmila, un pujante plantel de niños cuyas edades fluctúan entre los 3, 4 y 5 años,  ubicado en el distrito de Comas.

Profesores, niños, miembros del equipo de Econtinuidad, además de las jóvenes voluntarias alemanas Laetitia Reim y Mathilde de Maizière, participaron la mañana del segundo viernes de septiembre de este 2019 en las labores de las hojas de acelga que ya “Estaban listas para el consumo”, tal como señaló Héctor Yarasca, responsable del área de Ejecución de Proyectos de Econtinuidad Perú.

Fue un comienzo de mañana de intensa labor, unos momentos en los niños de este plantel de educación inicial del norte de la ciudad de Lima participaron dando muestras de fraternidad. “Los niños, hojas de acelga en mano, cantaron la canción de la acelga, en cuya letra se señala las propiedades nutritivas de esta hortaliza”, dice Héctor Yarasca.

No quepa duda alguna, la mañana del 13 de septiembre los niños de la IEI Santa Luzmila fueron guiados por el camino de un nuevo conocimiento gracias a la presencia de un Biohuerto Educativo a cielo abierto en su plantel.

Una mañana de educadora labor pues los niños participaron con mucha alegría en la cosecha, al igual que en las tareas de mantenimiento de su Biohuerto Educativo. «Fue muy importante ver a los niños cosechar las acelgas (…) Muy importante verlos cómo escuchaban que la siembra se llevaba a cabo sin productos químicos”, señala Laetitia Reim.

En el mismo sentido, Mathilde de Maizière dijo que niñas y niños participaron en la cosecha. Y no solo eso, pues se mostraron deseosos de saber que se haría con las hojas de acelga. “Me gustó ver que se interesaban en la explicación sobre lo que se podía hacer con las hojas de acelga en la cocina (…) Fue como una revelación, pues muchos de ellos solo ven la acelga una vez que está lista para comer en el plato y no saben de dónde proviene la acelga”, señala.