La feria culinaria llevada a cabo en el marco de la ejecución del proyecto “Biohuertos Educativos para el desarrollo” (2006).
El Biohuerto Educativo entró en la historia de Econtinuidad en el año 2006. Al sustantivo Biohuerto se le añade, en lugar de Escolar, el adjetivo Educativo.
La razón por la que se optó por ese cambio de adjetivo radica en el hecho, de acuerdo a Sophie Dmitrieff, que la escuela era tan solo uno de los escenarios en los que un biohuerto de naturaleza educativa podía jugar un rol en la transformación de la relación entre el ser humano y la naturaleza.
“Todo Biohuerto Educativo puede guiar por el camino del conocimiento, es decir “educar”, en múltiples escenarios (…) Econtinuidad ha escogido por razones de fondo y estratégicas las escuelas como su escenario por excelencia de acción”, precisa.
Aunando el adjetivo “Educativo” al sustantivo “biohuerto”, en el año 2006 se institucionalizó en la metodología de Econtinuidad la participación de los padres de familia y la proyección de los beneficios que trae consigo todo Biohuerto educativo hacia la comunidad.
Ese fue el espíritu que animó la ejecución del proyecto “Biohuertos Educativos para el desarrollo” en el curso del año 2006. Este proyecto tuvo dos momentos de la mayor importancia: por una parte, una feria culinaria, y la realización de un concurso para elegir el mejor biohuerto educativo, al igual que los mejores dibujos, entre otras categorías… Ver: La propuesta del biohuerto de Econtinuidad se consolida en el Cusco
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