La función artística del Biohuerto Educativo

El Biohuerto Educativo se pone al servicio del arte. La función artística de este “jardín para la vida” le permite jugar un rol inspirador en el campo de la expresión del espíritu. 

Esta “naturaleza en miniatura” está pues al servicio de quienes al entrar en contacto con ella -o con la gran naturaleza- van en busca de formas, caminos, que le permitan traducir estéticamente, desde el campo del arte que consideren, las sensaciones que experimentan: formas, texturas, colores, tonalidades, aromas, sonidos…

¿Quién podría negar el rol que juega la multiplicidad de colores presentes en las flores, las sutiles tonalidades del verde de las hojas, los contrastes entre la sombra y la luz a nivel estético? ¿Quién podría desatender el zumbido del revolotear de una abeja o evadir la dulce sensación que genera el contacto con cada una de las especies que pueden cultivar en un Biohuerto Educativo?

El Biohuerto Educativo contribuye, tal como señala Sophie Dmitrieff (1), a despertar, desarrollar y afinar la sensibilidad de quien entra en relación con él. Lo prepara de esa manera para que un día sea capaz de compartir su experiencia a través del arte, una manera de proyectarse que siempre está a nuestra disposición.

No hay experiencia al interior del Biohuerto Educativo que no pueda encontrar una forma estética para ser canalizada y compartida con los demás: la pintura, la poesía, el cuento o la novela, la música, el baile, el teatro… Ninguna vía de expresión artística está negada para quien siente, vive plenamente, su relación con la “naturaleza en miniatura” que es todo Biohuerto Educativo.

En el marco del trabajo de campo, los miembros del equipo de Econtinuidad han podido constatar el desarrollo artístico experimentado por niños y adolescentes en las escuelas en las que un Biohuerto Educativo está presente. Los innumerables dibujos, pinturas, poemas, canciones, adivinanzas, dan fe de la manera en la que este “jardín para la vida” ha estimulado su sensibilidad inspirándolos.

El Biohuerto Educativo muestra de esa manera que puede cumplir una tarea cabalmente educadora de nuestros sentidos: al permitir que todo aquel que establece una relación con él desarrolle pueda potenciar sus sentidos y enriquecer, vale la pena reiterarlo, su sensibilidad, conduciéndolo así por la vía que lo llevará a transformar su relación con la naturaleza.  

(1) Sophie DMITRIEFF, Los Biohuertos Educativos: una historia de amor entre el ser humano y la naturaleza, Evisto, 2010, p.29.

…