ESCRÍBENOS UN EMAIL A: contacto@econtinuidad.org

La función agroecológica del Biohuerto Educativo

agosto, 2019

Lo que le permite la función agroecológica a todo Biohuerto Educativo es contribuir en el desarrollo del vasto y creciente campo de la agricultura orgánica.

Algo que en el seno de todo Biohuerto Educativo se puede conseguir recuperando técnicas ancestrales de comprobada utilidad, al igual que promoviendo el cultivo de plantas nativas y como se señala en Econtinuidad impulsando la investigación y experimentación de métodos que se caracterizan por el respeto a la naturaleza y al ser humano.

Lo que equivale a dejar atrás todo un abanico de prácticas agrícolas de la agricultura convencional: método que a pesar de haber en un inicio permitido elevar los niveles de productividad de la tierra han dejado tras su paso suelos contaminados y campos sin campesinos.

De lo que se trata, haciendo uso de la capacidad agroecológica del Biohuerto Educativo, es recuperar la biodiversidad para la agricultura y de esa manera proponer, a través de lo que sucede en el seno de este “jardín para la vida”, una alternativa a las técnicas de la agricultura basada en el monocultivo.

Gracias a la función agroecológica del Biohuerto Educativo, tal como señala la Conferencia Anual de la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, en su informe de 2007, en las escuelas de nivel inicial, primario y secundario donde un biohuerto se ha ganado un lugar, este ha permitido “no solo encontrar respuestas a las necesidades alimenticias, sino también introducir nuevas formas de diversidad biológica”.

En tal sentido,Sophie Dmitrieff señala (1): “De hecho, el tiempo que los niños transcurren en las escuelas podría ser mejor aprovechado si se les enseñara a producir semillas, experimentar diversas técnicas de rotación y asociación de cultivos, promover el cuidado de la tierra a fin de mantenerla siempre fértil”.

La experiencia de campo de Econtinuidad muestra que el potencial agroecológico del Biohuerto Educativo puede contribuir no solo a aumentar el abanico de especies que se pueden cultivar al interior de este “jardín para la vida”, sino también incrementar los niveles de biodiversidad en los de las comunidades cuyas escuelas le han abierto sus puertas al Biohuerto Educativo.  

De lo anterior dan evidencia los diferentes tipos de Biohuertos Educativos –Invernadero, A cielo abierto o Parcelas altas- que, gracias a la presencia de Econtinuidad, han sido implementados en las regiones del Cusco, Lima y Callao, La Libertad, Lambayeque, Ica, Cerro de Pasco, Junín, Arequipa y Huancavelica, que albergan especies de hortalizas que de otra forma no podrían crecer en ecosistemas que le son poco favorables o adversos (altura, heladas nocturnas, terrenos áridos, …).

Tal como se puede ver, la función agroecológica del Biohuerto Educativo permite que la biodiversidad se exprese plenamente.

(1) Sophie DMITRIEFF, Los Biohuertos educativos: una historia de amor entre el ser humano y la naturaleza, Evisto, 2010, pág. 22.

¡SI TE GUSTÓ, DIFUNDE ESTE ARTÍCULO!

¡SÍGUENOS EN NUESTRA REDES SOCIALES!

ES PE