Varias razones de peso explican la presencia de los Biohuertos Educativos en las escuelas más necesitadas del Perú: razones por las que Econtinuidad, a lo largo de las últimas dos décadas de permanente desplazamiento por diversas regiones del territorio peruano, ha llevado consigo una propuesta que siempre ha tenido como eje al Biohuerto Educativo y a sus doce funciones.
Entre estas podemos citar por lo menos cuatro:
Contribuir en la toma de conciencia sobre las consecuencias que una relación distorsionada con la naturaleza puede tener para el conjunto de seres humanos: la sobrevivencia en nuestro planeta. Sobre todo en lo que concierne a quienes habitan en regiones y localidades de mayor nivel de vulnerabilidad.
Tal como los miembros del equipo de Econtinuidad vienen haciendo en las escuelas de las comunidades altoandinas cusqueñas de Vicho, Rayanniyoc, Inca Ripaq, Mancco Ccapac y Anccoto. Al igual que en las del populoso distrito de Comas, ubicado en la llamada Lima Norte: Suecia de Año Nuevo, San Carlos, Santa Luzmila, Jesús mi Buen Pastor, Salazar Bondy, República de Cuba y otras más.
Una educación que tiene como objetivo contribuir en la reversión de las numerosos formas de expresión de la crisis ecológica y medioambiental que afecta a todos en nuestro planeta, muy en particular a los más pobres. Poniendo por delante para esto al medio por excelencia a nuestra disposición: una educación fundada en la experimentación que pone en valor una forma de aprender poniendo a contribución tanto el cuerpo como el espíritu del alumno.
Una forma de guiar por el camino del conocimiento que es consecuencia de la sinergia entre el Biohuerto Educativo y el aula una vez que este jardín ecológico se ha ganado un espacio en el seno de la escuela por libre decisión de los miembros de la comunidad educativa (profesores, padres de familia, niños y/o adolescentes, y personal administrativo y de servicio).
Promoviendo una educación basada en el Biohuerto Educativo y sus doce funciones, nos sumamos a los esfuerzos desplegados por otras organizaciones que buscan contribuir, desde su perspectiva y con sus medios, en la reversión de la crisis ecológica y medioambiental cuya solución debe involucrar a todos en nuestro planeta.
A título de ejemplo, podemos traer a colación la forma en la que las hortalizas y plantas aromáticas que se cultivan en el Biohuerto Educativo enriquecen con sus vitaminas, minerales, enzimas, antioxidantes,… los alimentos que los niños y/o adolescentes degustan a la hora del almuerzo en las escuelas en las que Econtinuidad está presente.
A los ingredientes suministrados por el Estado peruano – a través del Programa Qali Warma- se le añaden hortalizas tales como la lechuga, beterraga, rabanitos, nabos, zanahoria, tomates, entre otros: una condición necesaria para participar en la reversión de la anemia que siempre está al acecho de niños y adolescentes en las zonas más desfavorecidas del Perú.
En las localidades en las que un Biohuerto Educativo se ha sabido ganar un lugar, una vez que el tiempo de las cosechas llega, efectos multiplicadores se producen a nivel de la economía local a través de las familias de los niños y/o adolescentes que asisten a las instituciones educativas.
Esto por simple hecho, por ejemplo, que los padres de familia que participan en la preparación de los potajes y ensaladas también participan de la alimentación a la hora de los almuerzos: algo que les permite generar ahorros, aunque pequeños, y potenciar de esa manera la economía de sus hogares. Algo, créannos, que estas zonas desfavorecidas significa una gran diferencia a nivel económico.
A este nivel, conviene también señalar que la presencia de las hortalizas orgánicas a la hora de los almuerzos escolares, mejora la salud de los niños y adolescentes: algo que, al garantizarles un mejor estado de salud, permitirá un ahorro futuro en el campo de la salud para las familias.
¡SÍGUENOS EN NUESTRA REDES SOCIALES!
septiembre, 2022
>
>