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Los ecobarrios: un medio para hacer frente al cambio climático

junio, 2020

El Diario Occidente de Colombia consagró el pasado lunes 15 de junio un informe al potencial de los ecobarrios a la hora de dar cara al cambio climático.

En los ecobarrios se puso énfasis en la educación ambiental, se precisa en el informe. Se organizaron talleres en las instituciones educativas y se realizaron actividades con niños, adultos, adultos mayores, logrando un gran impacto a nivel de la comunidad. Y sobre todo se forjó conciencia ,edioambiental, algo de la mayor importancia para Econtinuidad a la hora de hacer frente a cualquier tipo de problema ecológico y medioambiental.

La potenciación y consolidación de los ecobarrios en la ciudad colombiana de Cali ha sido una experiencia orientada a contrarrestar el cambio climático que ha contado con la participación activa de la comunidad. Un hecho de primera importancia. Algo digno de emular para todos los que creeemos que un mundo verde y sostenible es posible.

En esta entrega del Ecoblog, reproducimos por ser de interés general, la totalidad del artículo «Ecobarrios, un aporte a la disminución del cambio climático», una nota redactada tomando como base la experiencia de cinco barrios de la ciudad de Cali, en Colombia.

Cinco barrios de Cali participaron de iniciativa

Ecobarrios, un aporte a la disminución del cambio climático

Por eso, entidades como la CVC, el Dagma, la Universidad del Valle, adelantaron un importante proyecto en cinco barrios de Cali con el fin de aportar un grano de arena a ese proceso que se adelanta para controlar el calentamiento global.

Y es que los ecobarrios son parte fundamental de los planes de mitigación del cambio climático de Cali y el Valle del Cauca desarrollados tanto por el Dagma como la CVC.

Durante el desarrollo del proyecto se impactaron los barrios de Aguacatal, Altos de Santa Elena, San Antonio, Sena y Salomia.

Herbert Olaya, funcionario de la CVC indicó que en el proceso se trabajó con líderes de la comunidad y la comunidad misma, con los que se adelantaron diversas actividades.

Una de ellas fueron las huertas familiares o caseras, donde las familias podían sembrar plantas para la seguridad alimentaria propia en los patios de sus casos.

En el barrio Salomia, donde no había mucho espacio para las siembras se trabajó un concepto novedoso llamado huertas verticales.

La variabilidad del tamaño de las huertas, explicó Olaya, dependía más que todo de la disponibilidad de espacio que existía en las casas.

Allí, indicó, se sembraban desde hortalizas, hasta plantas aromáticas y medicinales.

“Son huertas elaboradas con material reciclable y su producción brindaba autosuficiencia a esas familias”, dice Olaya.

Por otra parte, en las instituciones educativas de los barrios que participaron en el programa sostenibles, se trabajaron las huertas educativas.

En los colegios se adecuaron los espacios y se trabajó con los estudiantes en dos puntos, primero se hicieron talleres ambientales, y en segundo lugar se trabajó con ellos la construcción y el mantenimiento de las huertas.

Otra iniciativa que se puso en marcha en estos ecobarrios fue el de las composteras comunitarias, donde toda la comunidad podía depositar los desechos orgánicos, que eran aprovechados para las mismas huertas.

Otro componente importante de este proceso de los ecobarrios fue la instalación de energías verdes con sistemsa de energía solar fotovoltáicas en sectores como Altos de Santa Elena y Aguacatal .

Este proyecto también se llevó a la institución educativa Simón Rodríguez del barrio Salomia, donde se hizo la renovación de la energía al sistema LED, que les permite reducir el consumo de energía.

El componente educativo fue muy importante y un número importante de líderes y lideresas participó de varios talleres sobre cambio climático y se graduaron en esta especialidad dentro de ese proceso de buscar reducir el calentamiento global y disminuir la huella de carbono.

Los participantes fueron certificados por la Universidad del Valle como formador de formadores en los temas de cambio climático y su función es de multiplicar la información.

En total fueron 73 formadores de barrios como Aguacatal, Altos de Santa Elena y Salomia.

También se certificó en cambio climático a 38 docentes que participaron del diplomado.

Al final de la capacitación se realizó una investigación sobre la instalación de estaciones metereológicas en sus barrios para conformar una red para monitorear y hacer pedagogía en torno al tema del cambio climático.

Para el desarrollo de este proyecto se conformaron siete grupos que montaron igual número de estaciones metereológicas.

Este proceso de ecobarrios también permitió el desarrollo y apoyo a un mercado orgánico que se encuentra ubicado en el barrio San Antonio.

A este mercado se le apoyó en temas de logística, equipos, asesoría tanto a los productores como proveedores que están en la zona rural de Cali.

Por otra parte, en la institución educativa Isaías Gamboa del barrio Aguacatal se trabajó fuertemente el tema de residuos sólidos, se inventó un sistema para la recolección y aprovechamiento de residuos plásticos.

“Ellos recolectan, transportan y aprovechan los residuos plásticos que se generan en la institución e incluso los externos y los transforman. Allá quedaron instaladas las máquinas”, indicó Herbert Olaya, quien participó de todos estos procesos de ecobarrios.

Educación ambiental

En todos esos ecobarrios se trabajó mucho la educación ambiental, con talleres en los colegios, se hicieron actividades con los niños, los adultos, los adultos mayores, se impactó a toda la comunidad y se creó conciencia de la necesidad de mitigar el cambio climático con actividades como estas que se desarrollaron.

Herbert Olaya manifestó que en los años en que se desarrolló el proyecto hubo mucho interés y ejemplos de ello son los diferentes proyectos que hoy siguen funcionando como el mercado orgánico, los sistemas de energía fotovoltáica, el sistema de manejo de plásticos.

Durante este proceso, que se desarrolló entre los años 2017 y 2019, hubo mucha resiliencia por parte de la comunidad, que asumió un compromiso por aportar un grano de arena a la reducción del calentamiento global en la capital del Valle.

Además, las bases metereológicas siguen cumpliendo con su función didáctica de enseñar a la comunidad sobre el cambio climático y la conservación del medio ambiente.

Olaya afirmó que “a los participantes del proyecto les quedó claro el mensaje de reducir a través del cambio de comportamiento de nuestra vida las emisiones de CO2 en Santiago de Cali, a transformar estos barrios a ecobarrios y el compromiso de la comunidad es muy importante y muestra de esto es que las diferentes propuestas han tenido continuidad”.

Fuente: https://occidente.co/cali/ecobarrios-un-aporte-a-la-disminucion-del-cambio-climatico/

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