Desde el lugar en el que nos encontremos, es importante participar en la lucha contra el calentamiento global y el cambio climático.
El informe sobre cambio climático que viene de publicar el IPCC , el panel de expertos relacionados a la ONU, señala que la humanidad “ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra”, generando así “cambios generalizados y rápidos” en nuestro planeta.
Ante este hecho, hoy más que nunca, tenemos que actuar. Sumemos fuerzas en la lucha contra el calentamiento global y el cambio climático, impulsando la toma de consciencia de la necesidad de que nuestra especie, el ser humano, debe de asumir su responsabilidad en esta hora de prueba para la humanidad.
La creación de biohuertos educativos en las escuelas de nivel Inicial, Primaria y Secundaria, así como en los hogares y en los espacios de la comunidad donde se pueda, es uno de los caminos por excelencia para potenciar la transformación de la relación entre el ser humano y la naturaleza. Econtinuidad dice presente en esta hora crucial.
El potencial transformador de u biohuerto no es otra cosa que el cúmulo de capacidades de estimular a quienes entran en relación con él, las funciones (*), conduciéndolos por el camino de un conocimmiento en favor de la naturaleza, de la vida. Es decir, educándolos.
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(*) Doce son las funciones o capacidades de estimular a quienes entran en relación con él que todo biohuerto trae consigo: agroecológica, organizacional, nutricional, terapéutica, creativa, artística, ética, relacional, cognitiva, pedagógica, comunicacional y cultural.
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