La sostenibilidad es la aspiración de los miembros del equipo de Econtinuidad a la hora de implementar un Biohuerto Educativo a fin de garantizar que la “naturaleza en miniatura” que se ha ganado un lugar en una escuela perdure en el tiempo.
Una aspiración legítima si lo que se desea es que este jardín orgánico siga contribuyendo en la transformación de la relación entre el ser humano y la naturaleza. Una aspiración a la altura de Econtinuidad dada la manera en la que las doce funciones del Biohuerto Educativo se proyectan e insertan en las escuelas.
Con ese objetivo en mente es que al menos una vez cada año se llevan a cabo los talleres Escuela-Comunidad con miras, entre otros propósitos, a sensibilizar a las familias de la comunidad, cuyos hijos asisten a las escuelas donde hay un Biohuerto Educativo, sobre la necesidad de transformar sus hábitos de consumo a nivel alimenticio: una forma de legitimar la presencia del Biohuerto Educativo y sostenerlo en el tiempo.
Teniendo siempre presente el imperativo de la sostenibilidad, hace cuatro años Econtinuidad dio inicio a la implementación de las cocinas y comedores educativos, dos espacios garantes de la pervivencia del Biohuerto Educativo. Pues en estos dos espacios se comprueba la manera en la que las hortalizas orgánicas cultivadas en el biohuerto enriquecen con sus vitaminas, minerales, oligoelementos, enzimas, antioxydantes…, los alimentos degustados por los miembros de la comunidad educativa (profesores, padres de familia, alumnos, personal administrativo y de servicio).
Por otra parte, en el marco de los talleres técnicos y pedagógicos, los miembros del equipo de Econtinuidad, teniendo en mente la sostenibilidad del funcionamiento del Biohuerto Educativo, ponen en evidencia ante los profesores los alcances de una educación ecológica y vivencial que puede ser impartida a niños y/o adolescentes basada en la presencia de un jardín orgánico implementado conjuntamente con el equipo de Econtinuidad.
En el contexto de los talleres técnicos y pedagógicos, los profesores de nivel inicial, primario o secundario reciben asimismo una capacitación sobre la manera de diseñar sesiones de aprendizaje basadas en la dinámica del Biohuerto Educativo y las doce funciones que este jardín orgánico siempre lleva consigo.
Los talleres técnicos y pedagógicos permite igualmente capacitar a los profesores en las técnicas propias a la agricultura orgánica. Un hecho de la mayor importancia si lo que se desea es disponer con la cantidad y la calidad de las hortalizas, plantas aromáticas y medicinales que se requiere, por una parte, para aprovisionar a las cocinas y comedores educativos, y contar con los insumos necesarios para enriquecer las sesiones de aprendizaje, por la otra
La sostenibilidad es pues la garante de la autonomía en el manejo del Biohuerto Educativo en el tiempo.
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julio, 2019