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Nuestro biohuerto familiar: nuestro laboratorio vivo…

mayo, 2020

Una cantera de nuevas experiencias y obtención de saberes es para el profesor Lizardo Achire Ccama el biohuerto que se ha ganado un espacio en su hogar.

«El propósito de esta experiencia es articular y transversalizar las áreas del saber universal haciendo uso de nuestro biohuerto familiar con el simple objetivo de lograr aprendizajes significativos para los miembros de mi familia», nos dice el profesor Lizardo Achire Ccama.

El Biohuerto compromete a los miembros de la familia Achire a plantearse nuevas metas, en buena cuenta nuevos desafíos y expectativas. Ya que como dice el profesor Lizardo: «Con los productos de nuestro biohuerto familiar tenemos la oportunidad de tener una alimentación balanceada».

El pequeño Josué Daniel participa con entusiasmo en el manejo del biohuerto familiar. Aquí, distribuye las semillas, colocándolas a una profundidad equivalente al doble de cada semilla.

«Nuestro biohuerto familiar es un proyecto pedagógico productivo en el que todos los miembros de mi familia aprenden a apreciar la naturaleza, además de observarla y experimentar científicamente la relación con ella», señala el profesor Lizardo.

Los hechos apoyan lo dicho por este maestro cusqueño. Josué Daniel, su pequeño de seis años, participa activamente desde el 2 de abril en el manejo del biohuerto que se ha ganado un espacio en su vivienda del distrito de Ccorca, provincia de Cusco, camino a la provincia de Urubamba.

He aquí el testimonio gráfico de esta experiencia que, como sostiene el profesor Lizardo Achire, además de permitirles enriquecer sus desayunos y almuerzos, es «También una experiencia económica».

Los recursos para crear el biohuerto familiar están en la misma vivienda
Josué Daniel y el profesor Lizardo, en su propia vivienda, cuentan la tierra y la arena, valiosos recursos para hacer un almácigo.
Una vez seleccionado el sustrato (la arena), tomamos la cantidad que se requiere para preparar el almácigo.
El pequeño Josué Daniel participa activamente en el manejo del biohuerto
Josué Daniel verifica que todo esté listo para la preparación de los almácigos: además del espacio para seleccionar las semillas y el agua, los plásticos, una batea de plástico en desuso y una mesa que permita tamizar la arena con otros sustratos.
Josué Daniel experimenta con la arena y otros tipos de suelo para saber si al agregar agua esta filtra o no. De esta forma ha logrado saber si este tipo de suelo puede servir para que germinen las semillas en el almácigo.
Josué Daniel verifica las bondades de la semillas de brocoli, asi como las de lechuga, variedad White Boston. Hace lo mismo con las del coliflor.
Almácigos de diferente material y forma
En el biohuerto familiar de la familia Achire, además del almácigo en batea, se puede contar con otro tipo. En este caso es un recipiente de plastico que nos dieron al comprar «Pollo a la brasa». Hicimos 3 a 4 orificios afin de que el agua no filtrada no afecte a la semilla (muerte por falta de oxigeno) y cree un encharcamiento al regar.
Josué Daniel, dice el profesor Lizardo, aprende algo muy importante: si a las plantas se les da el cuidado adecuado se desarrollarán bien.
Los brotes de lechugas White Boston aparecen
Podemos ver el crecimiento de las lechugas tras 3 o 4 días de haber sembrado las semillas de la variedad White Boston.

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