El brote de la arveja que Khalessy sembró se deja más que notar…
La niña Khalessy Rupa Ortiz, hija de la profesora Yessica Ortiz, interactua con el biohuerto que se ha ganado un espacio en el seno de su hogar. Feliz, nos muestra las arverjas que cultiva en casa.
Las arvejas de Khalessy no solo han germinado, se muestran vigorosas y radiantes. Con el paso de los días, serán como la arveja cuya imagen sirve de trasfondo a la de Khalessy.
Pronto la arveja que crece en la maceta de Khalessy, acondicionada a partir de una botella de plástico, mostrará sus flores, al igual que unas vainas que podrían llegar a tener un tamaño entre 5 a 10 cm de largo.
La interactuación de la pequeña Khalessy con su biohuerto familiar es una muestra de cómo un biohuerto de este tipo puede constituirse en un recurso ecopedagógico. La presencia de su madre, la profesora Yessica, así lo garantiza.
¡Felicitaciones a la profesora Yessica Ortiz, maestra de la Institución Educativa Inca Ripaq por esta acción en favor de una educación en pro de la naturaleza!
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