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Implementar un Biohuerto Educativo de Econtinuidad: la hora de la evaluación

julio, 2019

La evaluación es un ejercicio de la más alta importancia en el marco de la traducción en hechos de la propuesta de Econtinuidad. La implementación de un Biohuerto Educativo en las escuelas que han decidido abrirle sus puertas depende de este ejercicio.  

Un ejercicio de evaluación para ver y analizar si la institución educativa solicitante está en capacidad de satisfacer los requisitos mínimos a fin de implementar un Biohuerto Educativo.

Un espacio para el jardín orgánico

Econtinuidad evaluará si la institución educativa cuenta con un espacio, siquiera mínimo, para implementar un Biohuerto Educativo. Un espacio mínimo, pues no se trata de contar con decenas o un par de centenas de metros cuadrados: pocos metros cuadrados podrían satisfacer este requisito.

Pues, gracias a las diversas formas que puede adoptar el Biohuerto Educativo -pequeñas parcelas, por ejemplo-, este puede adaptarse a espacios de reducido tamaño: tal como sucedió a principios de la década pasada en el caso del pequeño biohuerto implementado en el Centro Ann Sullivan del Perú (distrito de San Miguel, Lima).

Exposición a rayos solares y punto de agua

Para que las hortalizas y plantas aromáticas puedan desarrollarse a plenitud, el lugar asignado al Biohuerto Educativo debe contar con una buena exposición solar: no puede ser implementado en un lugar siempre ensombrecido, pues se impediría el proceso vital de la fotosíntesis.  

El futuro Biohuerto Educativo deberá contar necesariamente con un punto de agua. El acceso al líquido elemento debe ser garantizado a fin de poder regar a diario las hortalizas. Cuanto más cercano al biohuerto se halle el punto de agua, siempre será mejor.

Compromiso en el manejo y cuidado del Biohuerto Educativo

Econtinuidad ponderará asimismo el grado de compromiso de los profesores y padres de familia en lo que respecta al manejo y cuidado del Biohuerto Educativo. En particular durante el periodo de las vacaciones escolares.

Un compromiso que quedará sentado en un acta debidamente firmada. Un documento en el que los padres de familia y profesores dan fe del compromiso que han asumido.

Por dar un ejemplo, el trabajo que los padres de familia realizarán -en caso de que el Biohuerto Educativo sea uno de tipo invernadero- a la hora de preparar los adobes (mezcla de tierra y paja) que servirán para construir los muros del futuro biohuerto.

Hacer uso del Biohuerto Educativo como recurso pedagógico

Econtinuidad evaluará asimismo el compromiso de los profesores en lo que concierne a hacer uso del Biohuerto Educativo y sus doce funciones como un recurso pedagógico al servicio de una educación vivencial.  

En particular, a través del enriquecimiento de las diferentes asignaturas de la currícula escolar, un hecho que se traducirá en sesiones de aprendizaje inspiradas en las actividades que han tenido lugar en el biohuerto.

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Dicho lo anterior, conviene asimismo señalar, Econtinuidad, al final de cada año escolar, evaluará el funcionamiento del Biohuerto Educativo. Y por ende la pertinencia de seguir trabajando con la escuela que le abrió sus puertas.

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