Florencia Córdova (centro de la imagen) lleva 45 años en el magisterio, toda una vida en pro de una enseñanza que marque la diferencia en la vida de sus alumnos…
Profesora de Educación Primaria de la Institución Educativa República de Cuba (Comas, Lima) desde 1992, Florencia Córdova es una convencida que para encarar los problemas ecológicos y mediambientales que nos involucran a todos sin excepción en nuestro planeta es necesario transformar nuestra relación con la naturaleza. «La condición para transformar pues nuestras vidas», nos dice.
«Llevó casi 45 años en el magisterio y 28 de estos años los he consagrado a la enseñanza en la Institución Educativa República de Cuba, donde después de mucho andar he podido, unida a otros profesores, sacar adelante proyectos orientados a la protección de la naturaleza para que nuestros niños tomen conciencia de la importancia de todas las formas de vida», señala Florencia Córdova.
Es en el 2010 que en el seno de este centro escolar localizado en el pujante distrito de Comas que un grupo de maestros dieron inicio al cuidado de los jardines internos del plantel. «Recuerdo especialmente la participación de las profesoras Iris Toledo y Rosario Rios, sin ellas este proyecto no hubiera podido consolidarse y dar paso a otros de mayor envergadura», nos dice.
Para esta maestra nacida en la provincia limeña de Chancay, el año 2019 quedará grabado por siempre en ella. En diciembre pasado concluyó una etapa importante en su vida como docente. Tuvo que alejarse de los alumnos que acompañó y educó durante seis largos años en las aulas de este plantel que desea dejar traza en lo que concierne a una educación de vanguardia, como ella afirma, «En favor de la naturaleza y la vida».
«Junto a los alumnos que estudiaron en el 6to B el pasado 2019 inicié, hace más de tres años, en 2016, el proyecto vocacional «Proyecto de vida», una inciativa que ingresó a una nueva etapa cuando el biohuerto fue implementado en la Institución Educativa República de Cuba», comparte con nosotros entusiasmada la profesora Florencia Córdova.
«Para los que creemos en el biohuerto es fundamental unir el respeto al medio ambiente con una mejora real en la vida de los que participan en su desarrollo (…) Esto debe ir de la mano, por ejemplo, con una toma de conciencia de lo que es la alimentación saludable, una alimentación que nutra, que fortalezca a nuestros niños», precisa esta docente.
«Eso es lo que tratamos de hacer con estos alumnos que han dejado hace tan solo unas semanas las aulas de Primaria (…) Muchos de ellos partirán a otros colegios, pero han querido dejar su huella (…) Los que se quedan en el colegio continuarán, espero con el mismo ímpetu que mostraron durante estos últimos años», dice Florencia Córdova antes de añadir: «Extrañaré a este grupo, ellos ya tenían todo bien organizado con respecto al biohuerto».
En efecto, como consecuencia de la implementación del Biohuerto Educativo y el cultivo de hortalizas, como la lechuga, el rabanito, entre otras, la motivación fue ganando a los alumnos. Un «Proyecto de vida» ganó en precisión, pronto surgió el grupo de ingenieros ambientales, luego el de los chefs que incluyen en sus recetas a las hortalizas, enseguida el de los Médicos, que hablan de las ventajas de la alimentación saludable.
«Segura estoy que alumnos como Sandro Guevara, Matías Ortiz, Robert Ingaroca, Darly Inoñan, Víctor Martínez, Josué Pazos, Tamara Méndez y Javier Carranza, más tarde, cuando den una mirada hacia atrás pensando qué hacer en la vida encontrarán en un «Proyecto de vida», en el biohuerto y en su colegio República de Cuba una fuente de inspiración», nos dice Florencia Córdova mientras se desplaza por el interior del Biohuerto Educativo…
No quepa duda, así será, profesora Florencia Córdova.
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