La acción a ciegas no es algo bueno para nadie, menos para una asociación como Econtinuidad. El monitoreo es el ejercicio que hay que realizar a fin de que las acciones se ajusten a lo que garantiza la buena marcha de nuestros proyectos cuyo eje es el Biohuerto Educativo y sus doce funciones.
En tal sentido, la labor de seguimiento desplegada por los miembros del equipo de Econtinuidad está orientada a observar lo que se está haciendo para que el Biohuerto Educativo dé todos sus frutos y a dar consejos a los miembros de la comunidad educativa para ser más eficientes a la hora de realizar las tareas dentro y en todo lo que surja a partir de la presencia de este jardín ecológico.
En ese sentido, Econtinuidad visita regularmente las instituciones educativas a fin de llevar a cabo un seguimiento de la manera en la que se realizan las tareas técnicas que conciernen al funcionamiento del Biohuerto Educativo.
El mismo esfuerzo se lleva a cabo para observar la utilización del huerto ecológico en tanto que recurso pedagógico: ver las sesiones de aprendizaje creadas por los maestros a partir de lo que sucede en el Jardín Educativo y observar cómo los maestros las dictan en el aula.
Ver por ejemplo, cómo los profesores, a partir de los diversas especies de hortalizas y plantas aromáticas que se cultivan en nuestro jardín ecológico, están enriqueciendo las áreas de Ciencia y Ambiente, por una parte, y las de Comunicación y Matemáticas, por la otra.
La experiencia de campo de Econtinuidad nos permite decir que el aprendizaje de las operaciones aritméticas básicas (suma, resta, multiplicación y división) puede ser facilitado gracias a los problemas que se plantean en el seno del Biohuerto Educativo. Algo que está al alcance de la docencia dada la existencia de las funciones pedagógica y cognitiva de nuestro jardín orgánico.
Algo similar puede suceder en el caso de la materia de Comunicación, pues las descripciones de las hortalizas o las formas en las que estas se cultivan en el biohuerto ayudan sustantivamente a la hora de potenciar la enseñanza de esta área: el uso de un vocabulario más rico y el esfuerzo por construir un discurso a partir de lo que sucede en el Biohuerto Educativo son la prueba.
Otros aspectos que conciernen a las labores de monitoreo llevadas a cabo por Econtinuidad tienen que ver con el estado de los suelos al interior del jardín ecológico: resulta siempre importante saber, antes del inicio del año escolar, en el curso del mes de febrero, si la tierra del biohuerto está presta para dar cobijo a las hortalizas que ahí crecerán.
Además de lo anterior, conviene asimismo señalar que para ejecutar tareas dignas del ejercicio de monitoreo, los miembros del equipo de Econtinuidad hacen uso de fichas en las que se registran a nivel cualitativo y cuantitativo los datos que permiten seguir el desarrollo de la dinámica del Biohuerto Educativo y la forma en la que a través de las funciones se inserta proyectándose en la institución educativa.
El monitoreo es pues una pieza matriz del método de Econtinuidad.
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julio, 2019