Todo comenzó, en medio del confinamiento, con un regalo el pasado 2 de mayo, el biohuerto familiar de nuestra amiga Mariangela avanza a paso seguro en su casa del Barrio de San Antonio, en la ciudad de Cali.
«Amigos, es la primera vez que siembro plantas de cultivo… Me llegaron estás… Tengo esta humilde canasta», nos dijo nuestra amiga Mariangela Aponte cuando compartió los primeros de lo que sería el biohuerto que se había propuesto dar vida en su hogar.
Mari, como la llamamos, diciendo que cuenta con plantas de albahaca, lavanda, tomate, berenjena, cebollín y stevia, además de pimiento, solicitó recomendaciones. Estas no se hicieron esperar.
«¡Qué bien! tres hortalizas y cuatro aromáticas, ideal para iniciar un bello biohuerto familiar… Puedes conservar las aromáticas en sus macetas por el momento y colocarlas donde hay luz y calor, la stevia necesita humedad y calor», le dijo Sophie Dmitrieff desde Econtinuidad.
Sophie le dijo además que podría trasplantar el tomate, la berenjena y el pimiento, en la canasta que tenía. «Las hortalizas de fruto necesitan bastante luz y calor… Al tomate, por lo demás, le encanta estar cerca de la albahaca», le dijo además Sophie.
Por su parte, Laura Olalde, desde Buenos Aires, se preguntó si acaso es porque al tomate le encanta estar cerca de la albahaca que a ella le gustaba comer ambas hortalizas juntas. Una pregunta digna de encontrar respuesta.
Desde el sábado dos de mayo, día en el que Mari cruzó la línea que separa a las palabras de los hechos y se lanzó en la aventura de crear su biohuerto familiar han paso dos semanas y media. Su biohuerto, no cabe duda, va por buen camino.
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