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El biohuerto familiar de Inés Vidal, en Buenos Aires, Argentina

mayo, 2020

En el Barrio de Chacarita, uno de los más emblemáticos de la capital de Argentina, la rúcula se hace presente en el biohuerto de Inés Vidal.

Conocida también con los nombres de arúgula, oruga, ruca y roqueta, la rúcula o Eruca vesicaria, una planta de tipo anual y comestible, es la primera hortaliza cultivada en el biohuerto de nuestra amiga Inés Vidal.

«Escogí la rúcula porque es fácil de cultivar y no tiene raíces profundas», nos dice Inés al compartir las imágenes del biohuerto familiar que se va abriendo paso en el balcón de su departamento del Barrio de Chacarita.

Las plantas de rúcula brotan por doquier en las parcelas.

Para acondicionar sus pequeñas parcelas de altura, Inés ha echado mano nada menos que de un par de cajas de madera y las ha cubierto de plástico a fin de protegerlas de la humedad. Simple, pero ideal para cultivar esta especie de cuyas cuyas semillas también se obtiene un aceite comestible.

Los brotes de rúcula ya se dejan ver en las parcelas de Inés. En cuestión de un par de semanas, Inés podrá empezar a cosechar sus primeras hojas. Diez días después, a lo mucho, podrá cosechar más hojas a partir de las mismas plantas…

¡Felicitaciones a Inés por estar acción en pro de la vida y de una alimentación saludable!

Galería de imágenes
Una vista lateral de las parcelas de altura del biohuerto de Inés Vidal.
Los brotes de rúcula se dejan más que ver.
En cuestión de un par de semanas las primeras hojas de rúcula estarán listas para la cosecha.
Diez días después la cosecha podrá repetirse. La rúcula es una especie muy generosa.

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