La cosecha de hortalizas, aromáticas y especies medicinales, no tarda en llegar en este biohuerto familiar de una familia de la provincia de Huatrochiri, en el departamento de Lima, Perú.
Todo empezó en el curso de la segunda quincena de diciembre pasado. Y a pasos agigantados, el biohuerto de la familia Tineo Navarro rápidamente comenzó a cobrar vida.
«Tenemos un espacio de cuatro metros por cuatro metros a disposición para nuestro biohuerto familiar», le hizo saber nuestro amigo Sixto Tineo a Fidela Huanacune, responsable del “Área de implementación de los biohuertos educativos” de Econtinuidad.
Primero vino la preparación de la tierra de este biohuerto de esta familia del distrito de San Lorenzo de Quinti, provincia de Huarochirí, una de las 9 provincias del departamento de Lima.
«Todo está listo para la siembra», le dijo Marlene Navarro a Fidela Huanacune. La preparación de la tierra, con estiércol “curado” de vaca, había dejado expedita la tierra del biohuerto familiar.
En la siembra de los plantones de hortalizas como los rabanitos, acelgas, lechugas y espinacas, así como del perejil y culantro, entre las especies aromáticas, y llantén y caléndula, entre las medicinales, participó también el hijo de 12 años de la pareja.
«Es una linda experiencia contribuir con el manejo del biohuerto familiar en la educación de Miller», compartió con nosotros Fidela Huanacune, que, al momento de hacer conocer esta vital experiencia, añadió que a través de este biohuerto todos los miembros de la familia se ven favorecidos con una educación en favor de la vida.
Por su parte, Sophie Dmitrieff, responsable del «Área de uso pedagógico de los biohuertos educativos», señala que este biohuerto familiar está jugando ya un rol importante en el cambio de los hábitos de consumo de esta familia huarochirana.
«La incorporación de hortalizas, agroecologicamente cultivadas, en su dieta diaria, permite enriquecer la alimentación de los miembros de esta familia de Huarochirí; algo digno de replicar por otras familias de esta bella parte de Lima», nos dijo Sophie Dmitrieff.
El biohuerto de la familia Tineo Navarro, por las noticias que llegan al blog de Econtinuidad, está siendo emulado por otras del lugar. Todas ellas comprometidas en la tarea de establecer una relación armoniosa con la naturaleza.
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